Port Bou - Colliure. Julio 2010

Impresionante. Extenuante. Agotador. Bella... Y es que se acaban los calificativos. El pasado 14 de julio, cinclo locos se propusieron explorar parte de la que será, con toda probabilidad, una de las etapas del próximo año en la gran travesía Montaña-Mar, desde Ribas de Fresser a Colliure, con el Puesto de Mando de Zaragoza. Pero esa es harina de otro costal... En la excursión que nos ocupa, Javier Pisa, Lino, Román, Eduard y José Luis López tuvieron que coger el primer tren a Port Bou. Sí, 3 horas de tren para recorrer 45 Km. Lo que digo: locos. Vayamos comentandeo las fotografías, que es como mejor se explica una excursión. El buen humor, como siempre, relacionado con la comida... En Port Bou, preparándonos para el inicio. Román sabía que el sol iba a ser uno de los mayores obstáculos... Parte del recorrido fue muy duro por su mal estado y por las pronunciadas rampas. Como no podía ser de otra forma, la correspondiente avería. Solo fue una de tantas. Llegamos a padecer 3 pinchazos. Bella panorámica de Port Bou. En el histórico paso fronterizo de Belitres, por el que los republicanos exiliados huyeron a Francia. Bonita panorámica de Cerbere. En el punto del nacimiento de los Pirineos ¡Qué paisajes! El descenso hasta al faro de abajo al fondo fue terrible. Caminando e intentando que las plantas y arbustos (juro que tenían uñas y dientes) no nos despellejaran las piernas. Y por fin ¡Colliure! Un pueblo pesquero y turístico hermosísimo. No pudimos ver la tumba del gran poeta Antonio Machado, ya que fuimos al cementerio moderno, que estaba cerrado. Más tarde supimos que hay otro más antiguo donde reposan los restos. Otras vistas de la ciudad...

 

Y la playa... ¡

que placer, después de la paliza! Como niños... Y, agotados, de regreso a casa. Cansados pero satisfechos y preparando la próxima...

Salida BTTera: El día 14 de julio, dia de la Toma de la Bastilla, cruzaremos a Francia por el Coll de Belitres.

Uno de los caminos míticos para salir de la Península que nos acoge y nos apresa, literalmente, es el Coll de Belitres. Paso obligado de miles de refugiados durante la guerra civil.












Bordeando la costa mediterránea, en dirección a Francia, llegaremos en tren a Port-Bou, el último pueblo catalán, el cúal, refugiado en un recodo de las montañas, entre los montes y el mar, contempla básicamente el cielo con la conciencia de encontrarse en el camino, pero apartado de él.

No iremos por la carretera, eso sería lo fácil, sino que enfilaremos por el valle de la Ribera de Port-Bou hasta el Coll de la Farella, visitando el dolmen del mismo nombre, y de allí, en delicado equilibrio por la cuerda fronteriza, descenderemos al Coll de Belitres y nos asomaremos
desde el Puig de Cervera (nacimiento de los Pirineos)  al "Mare Nostrum".





Con nuestras miras puestas en  Colllioure bordearemos seguidamente en rápido descenso los pueblos de Cerbère y Banyuls-Sur-Mer para retornar a casa via algún regional que nos devuelva desde Colllioure a Cerbere y a Port-Bou.



Como será fiesta mayor en Francia no creo que paremos ni a comer, y en Catalunya ya veremos.


Contactos:  Jose Luis Gonzalez ó Javier Pisa
Resumen de la Travesía Girona a Sant Feliu de Guíxols

El pasado 10 de junio disfrutamos (digo bien, "disfrutamos") la clásica travesía por la vía verde de Girona a Sant Feliu. Y tenemos, por fin las fotos. Las imágenes se comentan por sí mismas.









































































































Y ¡hasta la próxima!
Resumen de la travesía Vilafranca a Vilanova + paella Palomariana del pasado 29 de junio

Los que primero íbamos a ser 17 y el gato pedaleando, se quedaron en 3 y gracias. Pero mereció la pena. Sobretodo, por lo que nos metimos al final entre pecho y espalda. ¡Gracias Palomar! Que sepas que hemos iniciado los trámites para solicitar que tu jubilación sea a los 92 años.

El pero enemigo fue, sin duda, el calor.













Cómo no, padecimos la correspondiente avería momentánea, ¡como tiene que ser!













El paisaje, fantástico.













Otro ejemplo...













Y por fin, llegamos a las ruínas de Sant Miquel de Olérdola. Aquí, una bella vista de su ermita.













Y en las mencionadas ruínas íbero-romanas, disfrutamos del aspecto más cultural de la travesía.










¡Como hubieran querido los ciclistas que el antiquísimo estanque hubiera estado lleno de agua!











Los ciclistas, satisfechos de la visita...












en la que pudimos ver, entre otras tumbas
cavadas en la piedra, algunas de bebés.













Interés, desde luego, le pusimos...












Y, por fin, llegamos a la Masía de Can Cabanyes, en Vilanova. Allí nos esperaban, entre otros, los 2327 compañeros que nos dijeron que iban a pedalear. Y sí, sí hubieron pedales, pero de otro tipo. En la foto, el inigualable maco-maco.











Con el impagable trabajo de Palomar y sus pinches.










Y como siempre, Palomar, la clavó.















Rafa, no estaba fino, y ese día solo se comió 5 platos de paella. Pobrecico.

Finalmente, 2 de los tres corredores prosiguieron su camino en bicicleta desde Vilanova hasta Castelldefels y Sant Feliu de Llobregat.

¡En fin! Un buen día para un buen recuerdo.