Finalizada la 2ª etapa de la Chállenger 2013

Premià de Mar a Premià de Dalt

El pasado 18 de febrero, los intrépidos "Nasíos Pa Demarrá" se propusieron completar un "aún más difícil", con una etapa que iba a ser menos de trámite de lo que se pensaba.

La Sierra de la Marina. Ese Prelitoral ,que a veces mira hacia el Montseny y a veces hacia el Mediterráneo, sin acabar de decidir hacia dónde va a expulsar a los insolentes que se atreven con él. Pero dio con los Nasíos... Mordió en hueso y, finalmente, otra etapa mítica ha caído.

A continuación, un breve resumen visual de la etapa.

Aunque el día amenazaba lluvia, finalmente las únicas gotas que vimos fueron las del café con leche, bien pertrechado por un señor croisan, que nos metimos entre pecho y espalda antes de la salida.



 Tras unos larguísimos e intensos 87 metros, paramos para hacernos una foto que inmortalizara
el  momento previo a la gran gesta.

Y el pelotón empezó a estirarse. Lino, el pastor...


Detrás, las ovejas...

Tras unos insufribles 1200 metros, hubo quien requería con urgencia algo que reconstituyera las energías. Se le ofreció la atención del doctor Eufemiano Fuentes, pero nuestro corredor solo quería un "bocaíllo" de jamón...

Y como no hay una gran travesía sin una gran avería, nuestro Juan Casado iba a aportar su granito de arena.
Lo que hizo con la cadena... lo que hizo con la cadena pasará a los anales de la parapsicología. Reproducimos el diálogo:


Juan C.: -¡Coño! ¿Eso es mi cadena? Pero si parece el rostro de San Patricio...


Juan Pedro: - Increíble, tío. Es clavaíto a San Patricio. ¿Cómo lo has hecho?


Jesús S.: - Tiu, t'has plantejat deixarla així? Si la portas a la tele, et podrian donar peles...


Juan C: - Que noooo! Que ahora saco de mi alforja un compresor de 15 Cv de potencia, con su generador correspondiente, que he traído por si acaso, y deshago el nudo marinero...


Finalmente coronamos el alto más alto. Todos en general, y Fernando en particular de nuevo, demostramos porque nos llamamos "nasíos pa demarrar".


Pero el descanso solo fue un espejismo. La pista se empinó, esta vez, entre bosques. Muy bonito pero muy duro.

Cómo tiene que ser, los que habían subido ya, animaban sin descanso... Nada de choteo ni cachondeo...






Cuando algunos nos recuperamos de la falta de oxígeno, pudimos disfrutar de un mirador guapísimo. Solo per las vistas mereció la pena. 



 Y llegamos a un lugar de un interés único. El valor histórico de los restos ubicados en este lugar, de tiempos del neolítico, es enorme. No hay más que ver el interés que suscitó en los "nasíos".


Alcanzamos, por fin, la ermita de Sant Mateu. No fue fácil, pero la cara de satisfacción lo dice todo.


 Lo dicho; las vistas, extraordinarias.


 Nuestro Chema, como fiel representante de los "nasíos" se cayó en pleno descenso, cuando bajaba a 70 km/h... o más. Nada de caerse cuando estaba medio parado. Eso solo le pasaría a novatos...

El vídeo siguiente solo es apto para personas sin problemas cardíacos. Así somos los "nasios"...


Y por fin,  llegamos al momento en que las penas y el sufrimiento desaparecen. La justa recompensa nos llegó en forma de una suculenta comida y un mejor ambiente.


Mientras algunos volvimos el tren, otros no tuvieron bastante y continuaron por el paseo marítimo con la bici. Al llegar a Badalona, un curioso amigo se unió a la travesía.

El efecto que el chulo de Badalona ejerció sobre los corredores es evidente. No hay puertos que se nos resistan, pero donde haya una botella de anís...

Foto que dice tanto como muestra. Compañerismo, amistad, satisfacción. Con lo que está cayendo, estos momentos son impagables. ¡Que no falten!

Para se justos, hay que decir que Alfonso y Juan Carlos continuaron en bici hasta sus respectivos hogares, y que Paqui se dio una sesión de spinning por la tarde. ¿Alguien duda de que estos deportistas están hechos de una pasta especial?

¡Hasta la próxima!




Finalizada la 1ª etapa de la Challenger 2013

El Prat del Llobregat a Abrera

El pasado 31 de enero, se abrió la veda. Los "nasíos", en su sección "betetera" despertaron de su letargo invernal.

Un buen número de valientes, no sabían qué pretexto buscar para pegarse un señor almuerzo en Abrera. Así que no tuvieron más remedio que subirse a la bici, previa limpieza de las telarañas acumuladas, y lanzarse por la pista ribereña del Llobregat.
Su hubiera salido a la hora señalada... sí... de no ser porque nuestra intrépida amazona Paqui, nuestra heroína capaz de adentrarse en la más frondosa de las junglas sin perderse, esa exploradora que no necesita brújulas, que es una auténtica mujer-GPS, tuviera un pequeño despiste que la llevó casi a Cuenca.
Finalmente, cuando todo el grupo se completó, se inició la travesía.

A continuación, un breve resumen visual de la jornada...

Paqui, a pesar de su despiste inicial... de ese error de navegación sin importancia, que no deja de ser una mera anécdota en su inmaculado currículum como intrépida guía y exploradora, demostró una vez más que está en un estado de forma magnífico. ¡Bien por nuestra Paqui!

Después de un larguísimo trecho de 4,6 kms, y superando rampas terribles del 0,7 %, el grupo se dispuso a alimentarse, descansar, alimentarse, cambiar impresiones, alimentarse y... alimentarse.

Nuestros capitanes "nepaleros" demostraron que por su estado de forma juegan en otra división. Gracias por vuestra paciencia... ¡Porque paciencia hay que tener...!

Y nuestro hèroe...
Sí; porque si tiene mérito superar un reto teniendo fuerzas, tiene muchísimo más el que, sufriendo lo inimaginable, supera las dificultades, aguanta más allá de la extenuación y alcanza la meta.
¡Enhorabuena, Fernando!
 En otra de las 23 paradas que el grupo tuvo que llevar a cabo por la dureza del recorrido. Cómo pueden hablar tanto... ¡pero tanto...! después de 14 kms interminables y en pleno puerto de 9ª categoría es un misterio que algún día de esclarecerá. Es que somos los "Nasíos pa demarrá".

 No hay más que ver las expresiones de dolor de sus rostros. Animalicos...


Otros de los grandes del día. Bien por el Papi por involucrar a su hijo en algo tan saludable y festivo. Y bien por el retoño, que demostró que los años pesan un huevo...

Y llegamos a uno de esos momentos  mágicos de la dura jormada. El puerto infernal del Llobregat se vuelve insufrible en un punto, donde se abandona una ribera del río y se pasa a la otra. Es una rampa larguísima, casi eterna: 27 metros.
¿Podrán subirla nuestros extraordinarios campeones?


¡Vaya!, parece que nuestros dos primeros atletas no lo han conseguido...



¡Pero, se aproxima otro! ¿Lo conseguirá él?


¡Nada!, ¡Que si quieres arroz, Catalina!
La verdad es que el viento en contra, de 0,006 km/h era un inconveniente terrible. No hay más que ve que hasta andando les cuesta subir la cuesta.


Finalmente, los campeones alcanzaron Martorell, prueba de lo cual es el monumental escenario que les rodea: el Pont del Diable.

¡Y sí! ¡Llegamos a lo que interesaba... qué porras! No hay más que ver en sus rostros lo mal alimentados que están lo pobrecicos. ¡Qué mal lo han pasado...!


Los rostros de nuestro presidente y de nuestro Chema lo dicen todo. Y Lino alucinando... Ojú con los nasíos, no tienen bastante con la chistorra, la butifarra y el cordero a la brasa. Ríete tú del Tiranosaurio Rex... ¡Estos sí que son depredadores!


Nuestro presidente en plena intervención... Su sabia guía, su clarividente consejo en nuestra luz y nuestro faro. La Challenger, con su liderazgo, es pan comido... con tomatito, ajo, y una copita de buen tintorro.


En fin... Un lujo de salida y una demostración más de que montados en una bici puede que tengamos competencia, pero comiendo... comiendo... ¡a comer no nos gana nadie!

El total para los que solo hicimos el trayecto de ida fueron 38 kms infernales.
Pero otros volvieron hasta sus mismas casas, como Juan Carlos y Alfonso, que sumaron 61 kms. a su ya dilatada carrera biketera.
Desnivel acumulado: 4,27 metros.

Hasta la próxima.