Nonaspe - Nonaspe

Finalizada la 4ª etapa de la "Chállenger" 2013: 


Nonaspe - Fabara - Maella - Mazaleón - Valderrobres - Lledó - Nonaspe

Los pasados 18 y 19 de abril, una nutrida representación de los Nassíos Pa Demarrar llevó a cabo otra gesta que engrandece aun más, si cabe, la fama de una peña que ya roza lo mítico (¡jo, se me pone el vello como escarpias de leerme a mí mismo!).

Pero no, no es exageración, como algún escéptico pensará. Estos 14 insensa... intrépidos decidieron que el bajo aragón, provincia de Teruel, era una zona geográfica que no podía permanecer ajena a la dorada hoja  de retos logrados de los Nassíos.

Chemita, José Luis, Juan Carlos Escolano, Jesús Segarra, Paqui, Fernando Soler, Paco Valero, Eduard, Javi Pisa, Pedro Pérez, Pedro López, Lino, Juan Casado y nuestro "presi" Juan Carlos Márquez, son los nombres que quedarán grabados en las páginas de la historia como aquellos que salieron un día 18 de abril de Nonaspe, remontaron las aguas del río Matarraña, y bajando por la ribera del Algars, se metieron entre pecho y espalda casi 160 kms... y sin perder el último tren.


Esta es la crónica visual de la aventura.


Con una selección de los 2300 vídeos grabados, se ha realizado el siguiente montaje. Espero que os guste.
Si clickáis en el siguiente enlace, accederéis al sitio donde está alojado. 

(Como ocupa más de 500 megas, lo pongo al principio y así, mientras, seguís leyendo se va descargando... porque si no os van a dar las uvas).

La jornada se inició dividiéndose el grupo en dos trenes, ya que éramos demasiados para uno solo. ¡Vale, vale! También tuvo que ver la previsión de que durante la hora y media que íbamos a estar el primer grupo en Reus, esperando al segundo, íbamos a estar engrasando las bicis, repasando las presiones de los neumáticos, haciendo estiramientos... de brazos con jarra...


Una vez llegados a Nonaspe, el grupo (excepto Jesús que se uniría en Maella), posó para la posteridad.  


Henchidos de viril arrojo...



... y de machote masculinidad...



Nos pusimos todos en marcha, devorando kilóooooometros y kilómetros......



... bueno, solo de 1,5 km, donde encontramos una fuente que daba un agua... ¡oyes, fresquísima que estaba!




Buenos, ahora sí. Empezamos a devorar kilóoooooometros y kilómetros...
¡Ah, no! que al kilómetro y medio surgió no sé qué problemilla con el portabultos de Fernando, que cimbreaba tanto que rebotaba en la rueda y en su nuca.



Buenos, ahora sí. Empezamos a devorar kilóoooooometros y kilómetros...
¡¡¡Ah, no!!! Todavía no. En Maella, nuestro ciclista auscultador levantó la nariz y olisqueó un aroma inconfundible, ¿Sería romero silvestre? ¿Sería farigola serrana?
¡No! Era un bar en Maella, en la plaza mayor, que se quedó sin reservas de cervezas durante los siguientes tres días. 
Allí esperamos a Jesús Segarra, quien se unió, gozoso, al grupo.



Buenos, ahora sí. Empezamos a devorar kilóoooooometros y kilómetros...
Y la serpiente multicolor (¡como había deseado decir esa frase!) se estiró a lo largo de aquellos áridos y ardientes caminos aragoneses.



Hasta que llegó el primer obstáculo orográfico de la jornada. El río Matarraña se interponía en nuestro paso. ¿Daríamos media vuelta y nos iríamos frente a los dos metros y medio de agua de profundidad que nos impedían el paso?
¡Ni hablar!



Es más, algunos aguerridos se echaron al agua, chapoteando cual chiquillos, y refrescando un trasero que, a esas alturas, se parecía más que a otra cosa, a la abandera de Japón.



Pero surgió otro imprevisto. En esta ocasión no de orden orográfico, sino físico. Nuestro maño del grupo, Juan Carlos Escolano, pensó que con los medicamentos se podía hacer lo mismo que con las plantas; a las que les clavas un pincho abarrotado de nutrientes y te puedes ir 15 días a l Manga del Mar Menor. Así que se metió por la mañana lo equivalente a los 6 días siguientes... de hipotensores...



¡¡Menos mal!! Jesús, experto en artes medicinales de oriente y doctorado por la facultad de Ho Ke Wai , enseguida se ofreció para ayudar a nuestro decaído "nassío". Reproducimos el diálogo, ya que no tiene desperdicio...

Jesús: Pon tu mente en blanco. Deja que el Yin penetre dentro de tiiiiii...
Juan Carlos: Jesúuuus, por lo que más quieras, no tires más, que lo que siento es mi hígado a la altura de la nuez.



 Jesús: Reláaaaajateeeee. Por cierto, ¿te ha dicho alguien que tienes unos ojos muy bonitos?
Juan Carlos: ¿Estás seguro de que todo esto forma parte de la terapia?



Jesús: Tú reláaaaajate. Por cierto, ¿has visto alguna vez Cuenca? La vas a ver enseguida...
Juan Carlos: Por Dios, Jesús, no me asustes... ¡Socorroooo!


Bromas aparte, por fín pudimos llegar a Valderrobres, un bellísimo pueblo que ha sabido conservar un caco antiguo digno de visitarse.


La panorámica demuestra que no exageramos. Un pueblo muy, pero que muy agradable


Detalle de una de sus calles...


En la cena, tuvimos ocasión de celebrar un cumpleaños (que no era, pero que nos empeñamos en celebrar) de nuestra apreciada amazona Paqui. Lo único que sucedió es que no atendió a razones cuando insistíamos en que no se bebiera las 3 botellas de tintorro que nos pusieron. "Esto el cuerpo lo absorbe" -decía. Sí, como las esponjas.


No podía faltar el tradicional paseo nocturno por el casco antiguo. En silencio, sin que los vecinos notaran nada, y respetando en todo momento el voto de abstinencia en lo que a chupitos, gin-tónics se refiere... 


Y haciendo gala, en todo momento de una germanor ejemplar. 



Al día siguiente, tras 2 pinchazos y un reventón sin apenas pedalear (es que los nassíos rompemos todos los records), nos pusimos en marcha. Ese segundo día no tenía nada que ver con el primero en cuanto a temperatura. Hacía mucho frio...



Camino de Beceite, poco antes del pantano de Pena, un paso a través de la roca como puerta del embalse.


El embalse se descubrió bien surtido de agua, y en medio de un paradisíaco entorno.


 Como Jesús tuvo que dejar el coche en Maella, no pudo continuar hasta el final de la travesía junto al grupo. Así que nos despedimos, llevando consigo a Paco Valero, quien había sufrido una caída al día anterior (ver vídeo) y no estaba para muchas historias.



¡Adios valientes! Ha sido un placer pedalear con vosotros. Sobretodo para Juan Carlos...



Y de nuevo, otro imprevisto. El robocop del grupo, Eduard, sufrió una avería, si no grave, sí incómoda. Se quedó sin sillín. 


Javi Pisa pudo dejárselo medio operativo... Aunque las malas lenguas aseguran haber visto a Eduard pedaleando sentado... y con el sillín bajo el brazo.



¡¡¡¡Por fin!!!! ¡Misión cumplida! Llegamos a Nonaspe por el otro extremo del que salimos. Muchos kilómetros, risas y cansancio a cuestas...



Aun no iba a acabar lo bueno. En el bar "el sindicato", por una vez y sin que sirva de precedente, el nombre no iba a decepcionarnos. Quedamos hasta arriba de todo, y si algo perdimos durante los largos trayectos de pedaleo, ahí lo recuperamos. 


El recorrido de la etapa (en amarillo)...


Y el perfil...





En fin, una experiencia inolvidable. Ha merecido la pena,
Hasta la próxima.